
Por otro lado, si tenemos los síntomas típicos de la gripe, como dolor muscular, fatiga extrema, inflamación de los ganglios y fiebre, hay que esperar dos semanas antes de volver a empezar una rutina de ejercicios intensa. Hacer muy poco ejercicio es perjudicial para nuestro sistema inmunológico, pero hacer mucho también puede tener efectos negativos. Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre la actividad, la alimentación y el descanso. Por lo tanto, si queremos tener menos resfriados, ¡a mover el cuerpo! Y, ante los primeros síntomas de la gripe, consultar al médico.